Escasez de semiconductores y su repercusión directa en la industria automotriz


spanish, Investigación de inversiones de XM

Sin duda la pandemia por el Covid-19 ha afectado innumerables aspectos del diario vivir. El avance en digitalización y el confinamiento implicó que diversos productos se vendieran con una rapidez nunca antes vista para satisfacer las nuevas necesidades de las personas.

Los semiconductores no fueron la excepción. Sectores como fabricantes de coches, videoconsolas o teléfonos, se vieron notablemente afectados ante la escasez global en la producción de estos chips a cargo de otras empresas.

Empresas más potentes en cuanto a su fabricación

Un artículo de El País afirma que “según el ranking de la consultora Gartner, los tres primeros suministradores del mundo (Intel, Samsung y SK Hynix) controlan casi el 35% de las ventas mundiales. Entre los fabricantes, la taiwanesa TSMC ocupa la primera posición con un 58,8% del mercado por ingresos, seguida de UMS, que tiene una cuota del 7,8%”.

Por su parte, el economista de TM Lombard Rory Green, dijo a la cadena BBC, que las dos naciones asiáticas (Taiwán y Corea del Sur) “representan el 83% de la producción mundial de chips de procesador y el 70% de los chips de memoria”.

“Como lo fue la OPEP para el petróleo, Taiwán y Corea del Sur son productores monopolistas de chips”, sostuvo al medio.

El caso de la industria automotriz

A comienzos de la pandemia la industria automotriz se vio fuertemente afectada ante las medidas de confinamiento. Sin embargo, según consigna la BBC “en el tercer trimestre de 2020, las ventas de automóviles se recuperaron más rápido de lo previsto, mientras que la demanda de productos electrónicos de consumo continuó sin cesar”.

Por esta razón, los países con mayor cantidad de producción de automóviles – como China – se vieron fuertemente impactados ante la escasez de semiconductores.

Incluso, existen proyecciones como “la de la empresa de investigación IHS que predice que se producirán 250.000 vehículos menos en el país durante los primeros tres meses del año”, según el mismo medio.

El país explica que una de los principales problemas que hubo al retomar la producción de automóviles se relaciona con que los fabricantes de semiconductores estuvieron volcados en atender a otros clientes y evidentemente hubo problemas para suministrar todos los pedidos a la vez. “El uso de componentes electrónicos en la automoción es viejo, pero en los últimos años se ha intensificado. Según los datos de Gartner, entre 2014 y 2019 las ventas del mercado de semiconductores para automoción han crecido a un ritmo anual del 6,1%. La previsión es que continúen creciendo y en los próximos 20 años se multipliquen por cinco, hasta alcanzar los 200.000 millones de dólares en 2040, según un informe de KPMG”, afirma el medio.

Paralizaciones en la producción automotriz

Algunas de las compañías que han debido paralizar la producción de automóviles han sido Ford, Mercedes, Nissan, Seat, Volkswagen, Stellantis y Renault, solo por mencionar algunas.

En julio del presente año los fabricantes automovilísticos alemanes Daimler y BMW, interrumpieron nuevamente la producción por falta de semiconductores. Según consigna El Confidencial, Daimler anunció la paralización de tres fábricas en Alemania hasta mediados de agosto. Asimismo, BWM interrumpió completamente la producción automovilística en “su fábrica en Ratisbona y parcialmente en Leipzig, por falta de semiconductores”, consigna el medio.

En agosto, la compañía Seat paralizó la producción en Martorell precisamente por falta de microchips. “La escasez de semiconductores ha llevado a la compañía a revisar sus planes y a paralizar este viernes (20 de agosto) la producción de la línea 2 (la única en funcionamiento), así como a no retomar el taller de Montaje de esta línea hasta el martes, si bien el lunes sí volverán a funcionar áreas como las de Pintura y Chapistería”, consigna El País y agrega que “la automovilística ya se ha visto afectada este verano en otras ocasiones por la escasez de semiconductores, pues tuvo que cerrar la planta de Martorell los días 25, 28 y 29 de junio y el 19 y 20 de julio”.

Asimismo, Toyota anunció que “recortará su producción mundial un 40% y Audi mandará a un total de 10.000 empleados a ERTE en dos factorías de Alemania”, según consigna el sitio el Economista.es.

“Según ha informado el diario Nikkei, la empresa automotriz japonesa se marcó como objetivo producir unos 900.000 vehículos el próximo mes, pero ahora contempla reducirlo a entorno 500.000 unidades. La razón principal sería el impacto de la carestía de chips en su cadena de suministro y el impacto del aumento de los casos de covid-19 en el Sudeste Asiático por la variante delta del virus en su aprovisionamiento de otros componentes”, plantea el medio.

¿Cuándo podría resolverse la crisis?

Si bien algunas consultoras son más optimistas y afirman que la escasez podría resolverse a finales del presente año, “otros expertos consideran que la situación se va a prolongar y el problema actual no se solventará hasta finales de 2022”, explica El País.

A dicho medio, el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, José López-Tafall, explica que “tardará un tiempo el ajuste entre el abastecimiento y la demanda de las fábricas para la producción. Por lo que en un contexto de recuperación como el actual, se prevé que la producción registre cifras siempre inferiores a las de 2019”.